Bajando del avión |
Después del viaje de seis horas llegamos a Ghana. La primera impresión nada más bajar del avión es buena ya que;
POR FIN ESTAMOS EN GHANA
Cuando nos bajamos del avión nos percatamos de que está lloviendo, pero no una lluvia cualquiera, sino una tormenta en toda regla. En la aduana fue otra odisea ya que no llevabamos encima la dirección exacta de la Comunidad donde ibamos a estar. Tuvimos miedo por un momento pero la verdad es que al recordar yo el nombre de BOUKROM, la Comunidad de Hermanos Maristas, el hombre que está en la aduana nos da una dirección para poner en el formulario y después de eso nos dejan pasar.
Al salir, después de recoger los equipajes, nos encontramos con Leo y Nayra, ambos voluntarios en Ghana y nos llevan, bajo la tormenta, a la furgoneta que nos llevará a una Comunidad de Hermanos Maristas que hay en Accra. La pregunta que nos viene a la cabeza mientras llegamos a la casa es que cómo puede llover tanto en Africa, la verdad que IMPRESIONANTE la cantidad de agua.
En la furgoneta |
Cuando llegamos a la casa y ponemos las cosas en lo que va a ser nuestro
cuarto por esa noche, vamos a cenar con los dos voluntarios y el chófer
de la furgoneta, Michael.
Después de la cena, tenemos una charla agradable con los voluntarios sobre sus impresiones en el país, sobre los colegios que nos acogerían para las prácticas y sobre las casas donde dormiríamos y viviríamos durante nuestra estancia en Ghana.
Habitación donde dormimos César y yo, previo sorteo. |
Tendremos una buena noche con pocas horas de descanso ya que saldremos
por la mañana, a las seis, hacia Kumasi, que es donde están
los tres colegios de prácticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario